jueves, 17 de diciembre de 2009

Artistas graban "Yo quiero", disco para ayudar a niños discapacitados

Yo también quiero mucho a mis amiguitos discapacitados, quizás por que soy muy setimental y aunque todos crean que soy muy pequeño, yo si me doy cuenta que ellos necesitan que los quieran mucho, sobre todo ahora que se acerca la "NAVIDAD"

domingo, 22 de noviembre de 2009

VICENTE FERNANDEZ: Para que me recuerdes


Videos tu.tv

Con todo cariño para mi bisabuelita Marujita, mis abuelos y mis tios abuelos

lunes, 16 de noviembre de 2009

Mis años en el nido Villa Magdalena

!Mis años en el nido Villa Magdalena!. A empezar una nuev etapa......

lunes, 21 de septiembre de 2009

QUIERO QUE MIS PAPÁS LEAN ESTO PARA QUE ME COMPRENDAN




Crisis de los 6 años: un pequeño adolescente

Los seis años marcan, dentro del desarrollo del niño, una importante etapa de transición que conlleva toda una serie de reacciones fisiológicas y psíquicas.

Por María Moll.
Fuente: Colegio Irabia.

Súbitamente, nuestro hijo de seis años, en el que ya percibíamos algunos rasgos de madurez, ha sufrido una sensible transformación que parece un paso atrás en su evolución. De ser una criatura mimosa y encantadora, ha pasado -sin previo aviso- a ser todo un carácter impredecible: se rebela para imponer su voluntad sobre los demás, no acepta la autoridad, ríe hasta llorar, llora hasta perder el control... No hay quien entienda sus salidas.

¿Qué le ha pasado? Pues nada más ni nada menos que acaba de atravesar la llamada "crisis de los seis años".

Los seis años marcan, dentro del desarrollo del niño, una importante etapa de transición que conlleva toda una serie de reacciones fisiológicas y psíquicas.

Como ya ocurrió alrededor de los dos años y medio -y ocurrirá de nuevo en la adolescencia- el niño se sentirá durante unos meses desorientado, incómodo y con miedo, reaccionando a veces de forma desproporcionada, violenta o -como mínimo- desconcertante. Las causas son el propio desarrollo, los cambios que experimenta y las nuevas realidades de las que ahora toma conciencia.

En cualquier caso, no podemos olvidar que esas reacciones, propias de la segunda crisis de la madurez, tienen su origen simplemente en el acelerado desarrollo de su sistema nervioso, ante el cual el niño reacciona con todo su cuerpo y atravesando todo el espectro de emociones. Sus reacciones, por tanto, han de ser interpretadas como síntomas de su crecimiento, que tendremos que saber orientar acertadamente.

Del blanco al negro

Durante los meses que dura esta etapa de transición, la bipolaridad es uno de los rasgos más señalados en el niños, ya que siempre está entre los dos extremos... de lo que sea. Pasa de la risa al llanto, de la más tierna mansedumbre a una explosión violenta, del amor apasionado al más sincero desdén,... Va del blanco al negro con toda facilidad, pero tampoco es capaz de decidirse por ninguna opción en concreto, pues no es reflexivo y las alternativas le abruman.

Esta dificultad en el manejo de las ideas opuestas no tiene, sin embargo, mayor problema, pues irá superándola pronto, lo que significará para él un incremento madurativo. Podremos ayudarle explicándole los pro y los contras de cada opinión, o sugiriéndole -sin imponerle, salvo que se trate de algo importante- la más adecuada. Podemos explicarle lo que nosostros, en su caso, escogeríamos...

Sin medida

Ahora, casi todo es desproporcionado en sus reacciones: corre, entra, sale, le pega a su hermanito, lo colma de besos... No es capaz de controlar sus reacciones, ni de dominar sus impulsos.

Percibe más cosas de las que puede manejar, y esto le hace desarrollar un afán mayor de su propia capacidad. Las persigue y al minuto siguiente se muestra caviloso antes ellas.

Es mejor comprender su situación e intentar suplir esa falta de seguridad ofreciéndole puntos fijos, rituales inalterables que se repitan cada día. Como el beso de buenos días, recibirle con la merienda sobre la mesa, arroparle cuando se acueste, que los vea en la casa a las misma horas...

En este momento, vuestro hijo ya comienza a entender las horas y relacionarlas con el desayuno, la vuelta del colegio, etc. Si procuramos ser puntuales, estaremos ayudándole.

Rasgos de madurez

Aún con todo lo dicho, el niño de seis años ya puede tener algunos rasgos de madurez, que debemos estimular. Uno de ellos es su gran dinamismo.

Por ejemplo, le encanta comenzar actividades, pero no le desagrada que le hagan interrumpirlas porque aún no se concentra en ellas: simplemente, las olvida.

Una forma de orientar este activismo puede ser animarle a hacer deportes o practicar juegos que desarrollen sus músculos y estimulen sus sentidos.

Además, ya se acuesta sin armar un drama y le gusta desarrollar alguna actividad tranquila antes de dormir.

Es muy espontáneo, busca crear su propio campo de intimidad y compartirlo. Empieza a tomar conciencia de sí, y se preocupa. Sobrevienen también los miedos y las pesadillas.

También este espectro de rasgos es aprovechable, sobretodo porque podemos sacar partida de los momentos de calma previos a la noche para interesarle en la lectura u otras actividades de concentración.

Le encantará que prestemos atención a todo lo que espontáneamente nos cuenta y que le ayudemos a empezar a reflexionar sobre ello.

Será imprescindible, sin embargo, que respetemos su deseo de intimidad y hagamos surgir con naturalidad el flujo mutuo de secretos entre él y nosostros.

Él nos contará que se peleó con su amigo, y nosotros que el sábado le llevaremos al zoológico a él y a sus hermanos, de "sorpresa".

Aquí estoy yo

El respeto será, en esta etapa, la llave mágica para entender al niño muchas veces. Ahora que está tomando conciencia de sí, se reconoce como persona e intenta que se le trate como tal.

Aunque no la cuida, se interesa por su ropa y exige ponerse esto o aquello. Se muestra desafiante, intenta monopolizar la atención y, sobre todo, le ofende la autoridad impuesta. De hecho, su respuesta ante cualquier exigencia será casi siempre "no".

En este momento, el castigo por sus berrinches es la peor solución, porque se rebelará iracundo y puede incluso perder el control. Será mucho más efectivo tener paciencia y emplear el cuento del niño de seis años que se portaba mal, o estar muy pendientes de elogiar todo lo que haga bien.

Si tenemos que reñirle, hacerle con calma y -siempre- en privado, para que no sienta herido su orgullo.

Otro camino efectivo para que obedezca es la sugerencia -"cuento hasta diez y lo haces: uno, dos,..."-, o pedirle que nos acompañe a nosotros a hacerlo.

En cualquier caso, no debemos perder de vista que esta actitud desafiante -aunque indudablemente molesta- es un paso adelante de su carácter, no el germen de una actitud negativa. En cualquier caso, será mejor quitar importancia a los incidentes que puedan surgir e, incluso, dejarlos pasar a veces, recordando que se trata de una etapa pasajera.

Papá y mamá

En lo que se refiere al desarrollo emocional, hasta ahora, el universo giraba en torno a la mamá, pero al llegar esta edad también el padre cobra protagonismo: la niña lo adora y el niño busca camadería con él.

Dado que se trata de una etapa inestable, con muchas explosiones y actitudes de desafío, es recomendable que el padre aproveche el interés de su hija o hijo para colaborar más activamente en su cuidado y educación, y evitar que vean a la madre como el ogro dictador. No deben serlo ninguno de los dos, en cualquier caso.

Gestión de hermanos

Al tomar conciencia de sí, al niño de seis años le gusta pavonearse e influir en los demás. Por esta razón, suele despreciar y abusar de su hermano menor, mientras que por el mayor siente admiración y deseo de confiarse a él.

Este último rasgo de su comportamiento, bien orientado, podrá ser beneficioso para ambos: a él como estímulo y al mayor como responsabilidad.

En cuanto al primero, no podemos permitir que trate mal a su hermano pequeño. Un modo de templar los ánimos puede ser el proporcionar a nuestro hijo de seis años una parcela propia -un cajón, un armario, un material- en la que el hermano pequeño no pueda entrar.

Durante esta etapa podríamos plantear incluso un cambio de habitación, para trasladarlo a la de su hermano mayor.

Adiós a la crisis

¿Y cuándo sabremos que ya pasó la crisis? El fin de esta etapa -que puede haber sido tan violenta como discreta- se caracteriza por el aquitamiento del niño.

Ya ha pasado la tensión creada por los nuevos descubrimientos y ahora atraviesa una nueva etapa de su desarrollo: la asimilación y consolidación de la experiencia acumulada durante estos meses de inestabilidad.

El niño se vuelve mucho más medidativo e introvertido. Le encanta escuchar, oír y elucubrar. Aunque le molesta, no es capaz aún de extraer conclusiones. Ya es todo un personaje, mucho más maduro cuanto mayor empeño, paciencia y cariño hayamos volcado en él durante los pasados tiempos de crisis.

EL PERFIL DE LOS NIÑOS DE MI EDAD (SEIS AÑOS)


Conducta motriz
Siempre en movimiento.
Busca equilibrio en el columpio.
Le agrada luchar, patinar, saltar y hacer acrobacias.
Higiene corporal
Mucho apetito sin buenos modales,
son capaces de bañarse solos.
Expresión emocional
Expansivos, muy emotivos, agresivos, querellantes, dicen groserías.
Miedos y sueños
Miedo a lo sobrenatural, de la muerte de los seres queridos.
Sueños amenazantes.
El yo y el sexo
Centro de su universo.
Relaciones más difíciles con la madre.
Investiga sobre diferencias sexuales.
Exhibicionismo en el baño escolar.
Relaciones sociales
La madre ya no es más el centro.
Discute con ella.
Menos descortés con el padre.
Se siente más herido por el reto del padre.
Juegos y pasatiempos
Muchos juegos de grupo.
Tiene un amigo preferido.
Juegos de ejercicio sociales ( de carta, ludo, oca, etc).
colecciona, le gusta mucho juntar algunos objetos y mostrar a los demás.
Vida escolar
Le gusta mostrar sus trabajos.
Comparte sus cosas con sus compañeros.
Sentido moral
Los castigos no influyen demasiado en su conducta.
Reacciona cuando se lo aísla.
Punto de vista filosófico
Conciencia nueva de la muerte.
Conoce la idea de un Dios Creador.

viernes, 7 de agosto de 2009

Mi primer cuento: “El Lobo Loco”



Había una vez un lobo que comía pollo y vivía en el bosque y también hacía buenos amigos.

El lobo era bebé, mientras tanto hizo una fogata porque ya era de noche.
El lobo bebé estaba asustado y luego vio un lobo padre y una loba madre.
Y luego la madre y el padre lobo lo cuidaron al bebé para siempre.
FIN

sábado, 18 de julio de 2009

Franco Paolo en el tobogán

Franco Paolo en el Nido Magdalena antes de ser alumno

martes, 14 de julio de 2009

martes, 23 de junio de 2009

COMO PIENSAN LOS NIÑOS DE MI EDAD






Como piensan los niños
Image by jppaz via Flickr

Hugo 4 años


Hugo preguntó a su madre:
'Mamá, ¿cómo salí de tu barriga?'. Y su madre le respondió: 'Pues primero salió la cabeza, después los hombros, luego el cuerpo y al final las piernas'. Y dijo Hugo, asustado:
'Mamá, ¿pero es que salí destrozado?'

Marta 4 años
Marta había oído hablar a su hermano mayor de que el hombre venía del mono, así que le preguntó a su madre:
'Tú, mamá, cuando eras mono... ¿ya llevabas gafas?'

Tomás 6 años

Un día Tomás le preguntó a su madre:

'Si quieres ser torero, ¿el toro hay que llevarlo o te lo dan allí?'

Nacho 6 años

Una mañana, cuando su madre lo despertó para ir al cole, le dijo Nacho:

'No quiero ir más al colegio. Bórrame'. La madre le contestó: 'Pero si ya no te puedo borrar, tienes que ir todos los días'.
Nacho, con cara de asombro, preguntó:
'¿Es que me habéis apuntado con boli?'

Manuel 3 años
En la escuela infantil a la que va Manuel también hay bebés. Un día estaba mirando cómo uno de 10 meses pasaba las páginas de un cuento mientras balbuceaba sin parar, y le dijo a su profesora:
'No me gusta nada cuando lee en inglés'

Marta 3 años
Una noche, mientras todos dormían, Marta se acercó a la cama de su madre y le dijo:
'Mamá, mamá he hecho pipi, pero no he tirado de la cadena para no despertarte, ¿vale?'

Claudia 4 años
El padre de Claudia se agachó para atarle los zapatos, y la niña, al verle la coronilla sin pelo, exclamó alucinada:
'¡Papá, tienes carne en la cabeza!

'Isaac 4 años
Isaac iba corriendo, tropezó con su hermana y la tiró al suelo. Su madre le dijo:
'Isaac, ¿qué le tienes que decir a tu hermana?'. E Isaac respondió: 'Que se aparte'

David 5 años
Un día les dijo a sus padres:
'Y vosotros, cuando yo tenga novia, ¿dónde vais a vivir?'

Pedro 4 años
Hace un par de meses decidieron hacerle el carné de identidad, que le llegó hace un par de semanas. Cuando su madre se lo enseñó a Pedro y le dijo que era su carné, él dijo:
'Ay, qué bien, ahora ya puedo conducir'

Julia 3 años Cuando a Julia le dijeron sus padres que iba a tener un hermanito, ella dijo:
''Qué bien, pero ¿quienes van a ser sus papás?

Franco 5 años
El domingo pasado, día del padre, los abuelitos maternos de Franco llegaron a su casa para pasar ese día juntos en compañía de su hermano Renzo de siete años, sus padres y tres tíos, que también llegaron a su casa a celebrar el día del padre. Durante el almuerzo, el abuelo, en la mesa, pidió a Franco que hiciera cumplir su último deseo, le dijo:
“Franco, quisiera que tú te encargues de hacer cumplir mi deseo cuando yo muera. Que incineren mis restos y lleven mis cenizas a mi pueblo natal, ¿si?"
Aparentemente Franco se comprometió a cumplir dicho pedido, sin embargo él, muy extrañado le preguntó a su abuelita:
"Chipi - así la llama cariñosamente- ¿por qué te casaste con un loco?"